Deme una “Poción Mágica”, por favor

En esta época del año, como ya os comentaba en el artículo  de primavera (https://doctoravillares.es/por-fin-de-nuevola-primavera/), es tremendamente inquietante e incluso para muchas mujeres, angustiante, ver el machaque publicitario para conseguir unas piernas  perfectas antes del verano. Es tal el grado de perfección exigido que sólo es capaz de conseguirse con el milagro del Photoshop como el que se aplica a las imágenes tan espectaculares que vemos en las modelos fotográficas. Esas modelos, que yo a veces he podido ver sin Photoshop, son como tú y como yo. Sí, con su constitución delgada y se cuidan y hacen ejercicio,  pero tienen flacidez, nódulos, hoyuelos, etc.

 Este grado de exigencia se transmite a la sociedad, y la gente joven es la más perjudicada. Claro,  llevo 25 años tratando  estéticamente   extremidades inferiores y he visto que todo ha cambiado; las tecnologías, resultados, así como ha ido  cambiando la demanda del paciente.

En vista de esto, merece la pena desgranar algunas observaciones a tener en cuenta:

-El perfil del paciente  que viene para mejorar. Llega derrotada, ha probado “de todo” y no ha mejorado. Pide desesperadamente una última “poción mágica”.

-Un porcentaje cada vez más alto  ya ha optado por la liposucción, pensando que esa cirugía podría acabar con su imperfección y se dan cuenta que aunque se les reduzca el volumen de grasa, su celulitis y su piel están igual o peor que antes.

-Cada vez llegan pacientes con un nivel de perfeccionismo  más alto con respecto a los  resultados esperados. Y en la mayoría de los casos, al preguntarles, nunca habían sido diagnosticadas  y  no sabían lo que realmente necesitaban,  ni para qué habían servido  todos los años que llevaban tratándose.  Eso demuestra que nadie les había dicho qué podían esperar de su tratamiento y hasta dónde podían llegar los resultados.

 Por ello pienso que es  importante que tengáis claro lo que debéis esperar de los profesionales de la estética que os atienden. Sobre todos en  estos  aspectos:

 1ª Historia Clínica completa. Importante para identificar factores desencadenantes  (enfermedades, hábitos tóxicos, medicamentos). Inspección y exploración (ver y tocar). Preguntar ¿Qué es lo que quieres? La mayoría dice que quitar la celulitis  como comenté en mi blog en su día (https://doctoravillares.es/no-es-celulitis-todo-lo-que-reluce/).

2ª Si no hay diagnóstico previo con termografía es muy difícil saber si hay o no celulitis   en según qué  zonas.

Por eso muchos tratamientos funcionan para unos casos  y para otros, no.  Es importante personalizar el tratamiento. La última semana atendí a una chica que la primavera pasada había querido “mejorar sus piernas” se había hecho en otros  sitios, 60 sesiones de presoterapia, otras tantas de cavitación, mesoterapia, masajes, etc… y  apenas notó resultados. En ningún momento, en los tres centros a los que acudió, nadie le miró qué  tenía   ni le preguntó qué quería mejorar. Tras mirarla con termografía vi que apenas tenía celulitis  sino pequeñas adherencias (fibrosis) debajo de la piel, que era realmente lo que quería mejorar estéticamente. Ahora entiendo por qué no avanzaba con todas las sesiones a las que se había sometido el año anterior.

Creo sinceramente  que la única “poción mágica” que debéis pedir es  que os informen claramente de lo que debéis esperar del tratamiento (reducción de grasa, mejora de la piel, de la flacidez, circulación, textura,..) y del  resultado que podéis alcanzar porque, en la mayoría de los casos y por mucho que nos pese, éste nunca podrá ser perfecto.

  Y ESO se ha de decir…

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