Marzo, pero sin prisa
Hola Marzo,
esta vez no te vayas tan rápido. Acabo de despertar del letargo invernal y necesito saborearte más que nunca. Te estaba esperando; espero tu luz más clara y blanca que entra por mi ventana por las mañanas. Espero el reflejo del sol con fondo azul cielo. Espero esa imagen que se muestra en las gafas que me pongo para no fruncir el ceño. Adiós a tanta paleta de color oscuro, de negros y grises. Os dejaré un ratito para disfrutar de los colores varios que vestirán los campos y nuestros cuerpos esta primavera.