STOP a la amargura
Los psicólogos llevan años, enumerándonos y aconsejándonos muchas actitudes que tendríamos que tener ante la vida para afrontarla con más alegría. La verdad es que, por desgracia, cada vez trato a más pacientes con los pliegues de amargura más pronunciados. Los pliegues son esas arrugas que van de cada comisura del labio hacia abajo, las responsables de hacerte tener la cara enfadada todo el día… Menos mal que ahora combinando los diferentes tipos de rellenos (como el ácido hialurónico, Hidroxiapatita cálcica, con aguja o micro-cánulas) con los hilos tensores en cada sesión ya puedes borrar esos pliegues y volver a tener una cara más agradable (lo podéis ver en las fotos adjuntas al final). De todos modos y de cara a prevenir al máximo esos rasgos amargos, creo que es importante tener en cuenta una serie de consejos de salud emocional que nos recomiendan actualmente los expertos en la materia. Entre ellos:
– Ser más optimistas. No pensemos tanto que todo es terrible, de todo se puede sacar algo positivo.
– No quejarse por deseos incumplidos. Ayer veía un documental con mi hija sobre la vida en un barrio pobre de Ceuta. Al terminar me comentó ” y yo me quejo por no tener un móvil mejor”, y se tapó la cara con sus manos, avergonzada… La actitud de queja habitual irrita a uno mismo y a los demás. Si sólo te lamentas, no avanzas ni mejoras.
– No exijas a los demás, mejor sugerir. ¡A quién no le gusta que la cosas se la pidan con consideración, sin imponer y con un “por favor” y un “gracias”!
– Si te enfadas con alguien, saca tu humor y tu amor; antes un chiste y un beso que un berrido.
– Sí lo tienes, busca en tu trabajo los aspectos y tareas que te hagan disfrutar de él. Siempre las hay que te pueden aportar algo positivo al realizarlos por diversión más que por obligación.
– Cuídate, para quererte, y así podrás querer incondicionalmente a los demás.
Realmente seguir estos consejos hace casi imposible que te amargues, aunque sea difícil llevarlos a la práctica. A la hora de la verdad nos resulta difícil gestionar nuestras emociones y sentimientos negativos. Pero bueno, la vida también es una escuela de felicidad y hoy mismo podemos empezar. Ya mismo. El año pasado me pinché el pliegue de la amargura y espero no tener que volver a hacerlo en mucho tiempo. Eso sería que me he aplicado también mis propios consejos de salud emocional con éxito
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