Pequeñas dosis de Prevención
Empezamos nuevo curso, con nuevos propósitos y objetivos. Todo pasa rápido,.. y el tiempo, sobre todo. Me miro en el espejo, y pienso “voy a retrasar un poco el reloj… pero que no se note”. Mi expresión facial favorece que los pliegues de la piel vayan profundizándose. Para suavizar esas arrugas recurro a la TOXINA BOTULINICA.
¡Lo siento! No pretendía que sonase mal, pero si tienes algo de paciencia, espera y sigue leyendo las razones por las que considero que esta toxina de nombre malsonante bien merece que su buen nombre sea restituido como las pequeñas dosis de prevención que son.
Una de las expresiones que más utilizo en consulta: “el T no hincha; sólo relaja y previene”. Es el tratamiento más demandado en los últimos años en Medicina Estética, pero a la vez el que peor fama tiene. La mayoría de las veces por falta de información o técnica mal aplicada.
Si vemos una cara “hinchada y muy inflamada”, no es por la toxina botulínica. Se trata de otros materiales los empleados.
Con la toxina botulínica, apenas hay reacciones. Es un tratamiento muy seguro, eficaz, casi indoloro y rápido de aplicar.
Se trata de pequeñas gotas diluidas, aplicadas en puntos estratégicos previamente señalados por el médico. Esto hace que sólo al cabo de unos días, este tratamiento de prevención del envejecimiento de tu piel haga efecto. Y así aparece la consiguiente relajación de la cara, tensa antes por los nervios. Y queda mejorada la caída de tus ojos, cansados por los años.
Yo personalmente hace años que además me lo pongo porque tenía fuertes dolores de cabeza y la toxina botulínica me va bien para mejorarlo. Así mato dos pájaros de un tiro.
En el ámbito médico el Toxina Botulínica es conocido como el tratamiento multiusos; mejora la sudoración, espasmos, dolor, acné, rosácea, asimetría de la cara, estrabismo, incontinencia, y según últimos estudios, procura una mejoría en los síntomas de la depresión.
Como veis, las bondades de la toxina van mucho más allá del uso más conocido de quitar arrugas. Eso sí, la eficacia del tratamiento dependerá mucho de la técnica utilizada al aplicarla. Ésta hará que el resultado sea efectivo y lo más natural posible, huyendo sobretodo de resultados que den lugar a caras inexpresivas e inmóviles.
Como últimas sugerencias se recomienda respetar los intervalos de tiempo entre sesiones. También conviene ponerse en manos de un profesional médico debidamente acreditado, así como comprobar que los fármacos utilizados sean los adecuados. De este modo los puntos de aplicación y las dosis empleadas serán seguras. También nos procuramos la tranquilidad de que la técnica sea la adecuada y, además, personalizada, por tener en cuenta los rasgos faciales, la fuerza muscular, la cantidad y tipo de deporte, el sexo (los hombres suelen necesitar más unidades), la existencia de asimetrías y la necesidad de nivelarlas, y para eso hay que aplicar las dosis en varias zonas, equilibrando los músculos depresores con los elevadores. Si se aplica en zonas sueltas no tendremos un buen resultado por la falta de compensación.
Sólo así conseguiremos difundir positivamente los efectos reales, y vencer la mala prensa, de estas pequeñas dosis de prevención.
Toxina Botulínica
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