Nuevo Año, Nueva Mirada
Primera semana del 2018. María se regala -por el nuevo año-, nueva mirada y planea irse de viaje muy lejos. Quiere disfrutar de unos días de vacaciones. Y aunque tiene ya más de setenta eneros, son sus nuevos sesenta y quiere vivir su vida con el rostro alegre. Así es tal y como ella se siente.
Con el paso del tiempo, la mirada y fresca de la primera juventud se va atenuando paulatinamente. Y como la mirada es la que manda, basta un segundo para que ésta ponga de manifiesto el estado físico y anímico de la persona que tenemos delante. En gran medida, a muchos de nosotros no nos hace especial ilusión mostrar nuestra mirada en público. Muchas veces preferimos camuflar nuestra mala cara con maquillaje o unas gafas de sol.
Por ello, cuando viene una paciente para una mejora de su mirada, hay que escuchar lo que quiere y saber de su nivel emocional. Esto permite identificar el tratamiento que más necesita, que en un alto porcentaje está efectivamente en la zona superior de la cara. El protocolo aplicado establece que se debe explorar, limpiar y marcar la zona de aplicación a la paciente, siempre sentada. Tras aplicar una pomada anestésica, se procede a desinfectar y anestesiar la zona.
Es verdad que es una zona delicada, de piel fina, muy vascularizada, y muy cerca del cuenco orbitario. Por eso la técnica debe ser aplicada por manos expertas para evitar problemas de edemas, hematomas y sobre-correcciones. Para evitarlos, se recomienda tratarlas muy poco a poco. Con la ayuda de una micro-cánula vamos superponiendo capas en la oquedad de las ojeras con ácido hialurónico, aminoácidos, antioxidantes y vitaminas.
La paciente se incorpora a su vida normal de inmediato. El tratamiento no suele dejar apenas inflamaciones ni hematomas. El resultado es muy gratificante sobre todo en aquellas personas que huyen de la cirugía, aunque sean mayores, porque disimulan muy bien las bolsas de grasa. Merece la pena
¡¡Olé por María !!, en media hora lo hemos conseguido -como siempre digo- con técnica, profesionalidad y mucho cariño.
Nuevo año, Nueva mirada y Buen viaje, María.
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